Natillas caseras

Nada como unas natillas caseras, hechas con buenos ingredientes en lugar de utilizar preparados comerciales

Ingredientes (4-5 raciones):
- 1 Litro de leche entera
- 1 Rama de canela
- 1 Rama de vainilla natural (intenta encontrarla así en lugar de esencias o sabores artificiales. En mi casa se usa vainilla dominicana)
- 6 Yemas de huevo
- 1 Cucharada sopera de harina
- 4 Cucharadas soperas de azúcar
- Galletas para decorar (opcional)

Se hierve la leche durante un par de minutos (moviendo para que no se salga ni se pegue) con la canela y la vainilla, esta última partida en dos o tres trozos para que dé más sabor. Se quita la canela y la vainilla y se deja enfriar.

En una cazuela se mezcla la harina con el azúcar y las yemas de huevos. Cuando la mezcla está homogénea, se añade la leche, ya templada, y se pone al fuego, moviendo continuamente. Cuando rompe a hervir, bajar el fuego y mantener removiendo durante 5 minutos.

Una vez listo, y aunque aparentemente hayan quedado bien ligadas, meter la batidora y terminar de mezclar bien (si no se hace, puede que se quede grumoso, con aspecto de haberse cortado, cuando comienza a enfriarse).

Se reparten en boles individuales y, si se desea, se les añade entonces una galleta o se le echa azúcar y se carameliza con un soplete de cocina.

Cuando están templadas, se cubren con film transparente o papel de aluminio y se meten en la nevera para que terminen de enfriarse y cuajarse.

Tempura de verduras

Ingredientes:

- 200 gr de harina
- 250 ml de agua muy fría
- 1 Yema de huevo
- Sal
- Aceite de oliva o girasol
- Para hacer al gusto: berenjena, zanahoria, champiñones frescos, cebolla, pimiento, etc.

El secreto de la tempura es una masa muy fría, sin removerla de más (se encoge al freír) y su contacto con el aceite muy fuerte (alrededor de 190º - 200º), que hace que quede crujiente.

Se junta en un bol la harina, la yema de huevo y el agua y se mezcla sin que queden grumos, pero sin removerla de más. Se sala un poco y se deja en el frigorífico alrededor de una hora.

Preparamos las verduras y las salamos. En principio, la tempura debe constar de tajadas que puedan comerse sin partir, de un bocado, pero esto es optativo. En todo caso, se evitarán los trozos excesivamente gruesos, para que no necesiten freírse demasiado tiempo.

Mientras se calienta abundante aceite (sartén o freidora), sacamos el bol con la mezcla para rebozar. Para que no pierda el frío, podemos añadir dos o tres hielos. Probamos la consistencia, porque se espesa en la nevera y, si hace falta, añadimos más agua, siempre muy fría.

Se ven pasando las tajadas por la mezcla y friéndose hasta que quedan doradas. Cuanto antes se consuman, más crujiente estarán. Lo ideal sería irlas tomando mientras se van sacando, acompañadas de salsa de soja.